VALORACIÓN DE LA TEMPORADA

Ahora que ya no quedan partidos pendientes para nuestros equipos federados (aunque dos de nuestros escolares juegan este sábado las finales escolares alevines) y han pasado ya un par de semanas desde el último encuentro oficial, llega el momento de echar la vista atrás y reflexionar sobre todo lo sucedido a lo largo de esta temporada.

Antes de empezar, comentar que ésta es una valoración personal (alguno dirá que muy personal) desde el punto de vista de alguien que ha ocupado el puesto de entrenador a pesar de no ser la persona inicialmente elegida para hacerlo, y que cualquiera puede opinar diferente.

La temporada se iniciaba como un gran reto para nuestro equipo senior, no tanto por demostrar nada a los demás, como por demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de competir en una categoría nacional. Pensábamos que los inicios serían duros, en el proceso de adaptación a la categoría, pero sin embargo los marcadores de los primeros partidos invitaban al optimismo, con diferencias cortas, a pesar de las derrotas, lo que nos hacía pensar que no estábamos lejos de poder pelear por la permanencia. Sin embargo, a la vez que la primera victoria se demoraba en el tiempo, casi siempre por lagunas durante ciertos periodos de cada partido achacables únicamente a nosotros mismos, el nerviosismo y el desánimo se fue extendiendo por el equipo. Tuvimos dos momentos de alegría máxima en las dos únicas victorias logradas, frente a Tejina y Rotulos, ambas al amparo de nuestros incondicionales, en el polideportivo de Rekalde, que no fueron suficientes para acercarnos a los equipos que figuraban delante de nuestro equipo en la clasificación.

Personalmente debo reconocer que me ha gustado, y mucho además, la experiencia en la categoría, con jugadoras y entrenadores rivales de nivel realmente bueno. Creo que hemos pecado de ser novatos en la misma y de no ser capaces de sobreponernos a todas las derrotas, dando la sensación, más a nivel de entrenos que en los partidos, de que nos resignabamos a descender y a asumir con demasiada naturalidad las derrotas. No hemos sido capaces de demostrar una regularidad en nuestro juego a lo largo de los sesenta minutos que duran los partidos y nos vamos de la categoría pensando que somos capaces de lo mejor (por ejemplo ir ganando de 8 goles a Camargo en su campo al minuto 25 de la primera parte o perder por un sólo gol en Valladolid frente al tercero de la liga en un partido que sólo los arbitros consiguieron que perdiésemos), pero a su ver también de lo peor (acabar perdiendo el partido antes mencionado frente a Camargo en una segunda mitad para olvidar y tener en varios partidos periodos de 10-15 minutos sin anotar goles).

Nos vamos de la categoría pensando que somos mejores de lo que éramos cuando llegamos y esperando que, como nos dice todo el mundo que va a pasar, nos ofrezcan la oportunidad de repescarnos y repetir la experiencia la próxima temporada, para, esta vez sí, exprimirla al máximo.

Es muy difícil para mi hacer una valoración sobre la temporada de nuestro equipo juvenil. Pocos equipos trabajan y se esfuerzan tanto como estas pobres, que con la temporada empezada se quedaban con los efectivos justos para afrontar los partidos y que a partir de diciembre se ha quedado con sólo cinco jugadoras disponibles (algunas veces cuatro o tres debido a lesiones o coincidencias de sus partidos con los del senior) y ha obligado a hacer jugar regularmente con ellas a varias cadetes. En algunos momentos de la temporada el nivel de juego del equipo ha sido muy bueno, pero sin embargo la acumulación de bajas en momentos importantes de la temporada y que yo tampoco he sido capaz de sacarles en algunos partidos todo lo que nos demuestran todos los días en los entrenamientos, ha hecho que los resultados no sean totalmente positivos. Aún así, es este un grupo al que me siento especialmente orgulloso de haber entrenado. Probablemente no en lo deportivo, pero si en lo personal, son el mejor grupo que ha pasado por mis manos en los dieciocho años de vida como entrenador de balonmano.

Por lo que respecta al equipo cadete, prefiero abstenerme de comentar nada que no sea lo irregular de su temporada, ya que no he visto demasiados partidos. Sin embargo, si me permito darles un margen de confianza porque la temporada ha sido muy extraña, ya que Rufus no pudo coger el equipo hasta octubre y luego se han visto mermadas en efectivos por tener que jugar algunas de ellas con el equipo juvenil. Dejo las valoraciones más profundas para aquellos que las han seguido de continuo durante la temporada.

Ahora nos toca empezar a pensar en la próxima temporada, planificarla mejor que ésta para evitar repetir los errores cometidos e intentar dar con los entrenadores adecuados para cada uno de nuestros equipos. tan pronto como vayan surgiendo noticias entorno al club y, epecialmente, en torno a la posible repesca en División de Honor Plata de la que todos nos hablan, lo publicaremos tanto en el blog como en el perfil de Facebook del club.